En la Atención a Domicilio nos basamos en las competencias de los cuidadores sobre qué hacer y la confianza en sus capacidades, lo que impacta muy positivamente en la intervención con los bebés, niños/as y adolescentes.
Con este modelo utilizamos las visitas a casa como método idóneo en el que las terapeutas apoyamos a los/as adultos/as que influyen en la vida de los/as menores
Este tipo de intervención es ideal para apoyar la transferencia de las competencias aprendidas en un ambiente descontextualizado, como puede ser a veces la clínica, al ambiente cotidiano donde se van a necesitar realmente esas competencias.
El objetivo no es realizar muchas visitas a domicilio para dedicarnos a trabajar directamente con el niño como si fuera una clínica, sino realizar las intervenciones concretas para ofrecer el apoyo emocional, de intervención y de información, necesario para mejorar la calidad de vida de todos los componentes del núcleo familiar.
Algunas de las principales aportaciones de este servicio son:
- Apoyar a las familias en interacciones basadas en la cooperación y el disfrute compartido
- Reflexionar sobre los recursos disponibles tanto personales como del entorno.
- Ayudar a leer las señales y necesidades que muestran los diferentes componentes de la familia.